Ajustar el déficit sin recortar derechos (3)
Subamos impuestos al capital financiero (y a las grandes fortunas) y dediquemos el dinero recaudado a aquellas políticas e inversiones públicas que pueden reactivar el crecimiento. Esto es lo que propusimos en la “Vuelta ” anterior. Una solución de corte keynesiano: convertir una parte del ahorro privado en ingresos – o sea, en gastos- públicos. Se trata de quitar una parte de la gasolina del motor principal (la inversión privada),que hoy no acaba de arrancar y no consigue poner en marcha la economía, y derivarla hacia el motor auxiliar (la inversión pública). ¿N o es más inteligente dedicar una parte del combustible disponible a un motor que puede funcionar, que meterlo todo en un motor que, según demuestran los hechos, por ahora sigue atascado?