Hay en el caso Pinochet algunas cuestiones colaterales que, de hecho, son tan obvias y elementales que no merecerían ni ser comentadas. Por esto, para que no pasen desapercibidas de tan obvias como son, las lanzamos con ánimo de polemizar. Primera: Más de uno y más de dos han dicho que la transición chilena ha sido puesta en peligro por la detención de Pinochet. Quienes esto digan deberían ser considerados disléxicos políticos que leen al revés. ¿Qué democracia era esta en la que un millón de jóvenes no estaban censados? No lo estaban porque tenían ojos en la cara y sabían que un sistema cuyo Senado tiene el máximo poder pero no se basa en el sufragio universal no es democrático. Ahora, la detención permite reformarlas leyes y la Constitución chilenas y esto puede dar paso, por primera vez allí, a una verdadera democracia.