En Palestina, una paz duradera debe ser también justa
El primer paso hacia Ia paz es Ia retirada del ejército de Cisjordania y Jerusalén este
La Conferencia de Annapolis celebrada a finales de noviembre, bajo el auspicio de Estados Unidos, ha permitido recuperar unas ciertas expectativas optimistas sobre la posibilidad de que Palestina e Israel alcancen, por fin, un acuerdo definitivo que ponga fin a casi sesenta años de conflicto. La posterior Conferencia de donantes, en Paris, a mediados de diciembre, pareció confirmar estos augurios positivos. Sin embargo, más allá de que las esperanzas sobre la factibilidad de una nueva hoja de ruta sean más o menos fundadas, hay un principio en la tragedia de Oriente Medio que la realidad impondrá una y otra vez de manera tozuda: la paz solo puede ser duradera si es una paz mínimamente justa.
En Palestina, una paz duradera debe ser también justa
El primer paso hacia Ia paz es Ia retirada del ejército de Cisjordania y Jerusalén este