Querido Antoni Bentué: He leído con interés la entrevista que te hizo nuestro común amigo Pere Escorsa para el número de El Ciervo del mes pasado. Tus reflexiones sobre la felicidad, la gratuidad y el amor -unas reflexiones que, no sé por qué, imagino pronunciadas con voz pausada y suave- me hicieron sentir encasa. Sin embargo, me desconcertó pro-fundamente ver lo que comentas respecto de la teología de la liberación. Por esto, me he permitido la libertad de rememorar algunas de las ideas claves de esta corriente teológica al hilo de tus palabras. Tómalo como una participación diferida y fraterna en vuestra conversación.