El nombre no hace la cosa
Quinta y penúltima entrega de la serie de artículos dedicada al análisis de la posición de nuestra cúpula eclesial, representante de las posiciones oficiales de la Iglesia católica, en relación a la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo. En el fragor del debate entre los detractores y los partidarios de matrimonio homosexual, surgió una posición intermedia: la de aquellos que, estando a favor de la equiparación legal y de la igualdad de derechos entre las parejas homosexuales y las heterosexuales, proponen que sean denominadas, en nuestro Código Civil, con nombres distintos. “Que las parejas gays se puedan casar, en igualdad de condiciones, pero inventemos otro nombre para ellas. Porque la palabra “matrimonio” debe estar reservada a la unión de hombre y mujer, dado que esto es lo que ha significado a lo largo de toda la historia”, vienen a decir.
El nombre no hace la cosa
