La democratización de la sociedad internacional: construyendo las alternativas a la actual globalización neoliberal
1. Diagnóstico de la globalización neoliberal
El mundo está en estado de desorden
“Los pueblos hambrientos interpelan hoy, con acento dramático, los pueblos opulentos. La Iglesia, espeluznada ante este clamor de angustia, invita a todos y cada uno a responder con amor a los hermanos que piden ayuda.”
¿Por qué hemos querido empezar con esta cita de Pablo VI? Lo que más impacta de ella no es su contenido, sino que fue pronunciada en 1967. Más de un tercio de siglo después, las cosas no siguen igual sino que han empeorado. En la década de los sesenta, la distancia entre los países desarrollados y los países subdesarrollados era de 30 a 1. En la década de los noventa, esta distancia ha pasado a ser de 60 a 1. ¿Qué ha hecho el mundo para avanzar en la dirección contraria a la que marcan los principios más elementales de la fraternidad? En estos momentos, el 20% rico de la población mundial acapara el 80% de los recursos y el 80% pobre sólo dispone del 20%. Nunca nos cansaremos de repetirlo. Las necesidades más elementales del Sur cuestan lo mismo que los caprichos más prescindibles del consumismo Norte.
La economía mundial, desde los años sesenta, ha estado regida por los mecanismos propios del capitalismo internacional. El libre comercio y la libre circulación de capitales han ido profundizándose desde entonces, hasta llegar durante los años noventa del siglo XX a niveles bastante superiores incluso a los de finales del siglo XIX.