Allons-y, François!
Parece ser que Francia es el único gran país de la Unión Europea que ha sacado las conclusiones correctas del drama griego -que esperemos no derive en tragedia-.Prescindiendo ahora de su complejidad y de sus detalles arguméntales, lo de Grecia no deja de ser otro caso particular que nos permite confirmar el principio general que explica los males de la UE desde hace ya demasiados años: sin convergencia económica, la unión monetaria es insostenible; y sin unión fiscal y social, dicha convergencia es imposible. Por lo tanto, o avanzamos hacia esta doble unión o el euro volverá al borde del abismo en cualquier momento. ¿O acaso el Grexit no fue una posibilidad real? Lo fue. Porque no puede haber unión monetaria sostenible entre países cuyas productividades y tasas decrecimiento divergen, si no hay una autoridad económica y fiscal común capaz de compensar estos desequilibrios y de promover su convergencia.
Allons-y, François!
