Muertes que evocan la de Jesús
Día 2 de abril de 2005. Muere Juan Pablo II, en Roma, después de soportar con firmeza y dignidad una larga enfermedad. Hasta apenas unas horas antes de su muerte, Karol Woytila quiso mostrar su dolor a los ojos del mundo, como un sacramento del sufrimiento de Cristo en la Cruz. En los días siguientes, millones de católicos acudieron a Roma a rendir su último homenaje a aquel hombre que muchos consideran ya santo. Millones de cristianos de todo el mundo se concentraron en las plazas e iglesias de sus ciudades para orar por el Papa. Centenares de millones de personas contemplaron por televisión su solemne funeral, concelebrado por el colegio cardenalicio ante la mayor concentración de líderes políticos que se haya reunido jamás. La prensa tituló, con razón: “El funeral más masivo de la historia”.